Te prometo que iba hacia la cama.... si me leyeses dirías que no son horas... pero de momento no me lees.
Te prometo que iba hacia la cama y al entrar en la habitación sonaba la música... se me habia olvidad que dejé el ordenador encendido...
Y ya que venía pensándote pues te plasmo... Sin llegarte mas allá de la cintura.
Siempre he sido impaciente, caprichosa, he querido que todo saliese tal y como yo quería, cuando yo quería...
Siempre he querido que me guiasen por necesitar relajar todo el autocontrol que llevo dentro... pensé que nadie podría ser tan constante como para calmarme.
Siempre he dicho que no existias...
Y de repente eres todas mis contradicciones
Un continuo ejercicio de paciencia, de marcar tú el ritmo, de que mi metrónomo interno deje de sonar... No es fácil, a veces me resuena el tic tac interior y me pongo nerviosa, pienso en las mentiras, en las falsas esperanzas... en mi inevitable ilusión ante cada pedazo de vida que se me brinda...
¿Como negarme la ilusión que me mueve el alma?
Y de repente tus manías, tus medidas, tus maneras
Quiero pensar que me equivoco, que vivo de unir coincidencias y eso no será
Pero tengo este pálpito dentro... de imaginarte en cien años, de verte y mirarte, de saberte, de añorarte
Este insomnio que no me corresponde...
Este cosquilleo continuo
Y un nervio que no recuerdo cuando apareció...
Y te dudo mil veces
Y me enfado
y me enrabieto
Pero luego te pienso y bueno...
Mi ejercicio de paciencia
Ese que la vida me estaba pidiendo
Menudo reto me planteas
Yo, viviendo de la calma de esperar
Yo sin correr, sin mi ritmo caótico, sin mi tic-tac
El camino andando
Sin correr...
Y ahora sí, voy a intentar dormir.